domingo, 22 de noviembre de 2015

Rosquillas de Naranja

Un postre económico, fácil de hacer y muy antiguo en 

nuestra gastronomía.

Desde siempre lo hacían nuestras madres y abuelas para

 cualquier celebración, sobre todo en Semana Santa, 

Navidades y Reyes.

Son las típicas rosquillas fritas, a las que hoy les vamos

 a dar un toque especial con la deliciosa naranja de 

nuestra huerta y de nuestro pueblo, Palma del Río.

Por sus ingredientes naturales es bastante sano, el 

único problema es el azúcar que engorda un poquito 

más.

Resultan deliciosas con su azúcar y canela por encima. 

Un capricho de vez en cuando.

Ingredientes (para unas 20-22 rosquillas):     

 - 2 huevos.

-6 cucharadas de azúcar.

- Una tacita  de las de café de aceite de girasol.

- Zumo de dos naranjas y la ralladura de una.

- Una cucharadita de levadura en polvo.

- ½ kilo de harina.

Preparación de la receta:

En un bol amplio, ponemos el zumo de las dos naranjas, la ralladura y los huevos.


Mezclamos muy bien.
Añadimos la levadura y volvemos a mezclar.
Incorporamos el azúcar, el aceite y la harina.
Mezclamos todo hasta conseguir una masa homogénea, sin grumos y que no se pegue en las manos.

La tapamos con un paño o papel de cocina y dejamos reposar al menos 30 minutos.
Preparamos una sartén profunda con aceite.
Ponemos harina en una superficie lisa y amasamos un poco la masa con las manos.
Después empezamos a hacer las rosquillas y colocarlas en una fuente con un papel de hornear para que no se peguen a la bandeja.

Cuando el aceite esté bien caliente, echamos las rosquillas poco a poco, sin que se toquen entre sí, ni toquen el fondo.
Si disminuye el nivel de aceite, añadimos más, ya que las rosquillas deben flotar en el aceite. Si tocan abajo en la
sartén, se quemarán al momento.

Al freír no ponerlas muy juntas, ya que la levadura hará que aumenten mucho su tamaño al echarlas a la sartén.
Las dejamos dándole la vuelta hasta que estén doraditas.
Sacamos y colocamos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Aun caliente, pasamos la rosquilla por una mezcla de azúcar y canela (yo las pase al azúcar directamente de la sartén, sin escurrir, si las escurría no cogían después el azúcar).
Y ya está. Deliciosas.

Que no nos asuste el aceite de freírlas, al escurrirlas en papel de cocina pierden todo rastro de aceite.
El resultado un postre riquísimo.
Para conservarlas, hazlo en un tape o lata, pero bien tapadas y que no les entre aire.
Espero os haya resultado útil. Cualquier duda preguntad.
Saludos
Tiempo de elaboración: medio.
Dificultad: baja.

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